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Mostrando entradas de marzo, 2014

Cuatro veces uno.

Te quiero porque cuando uno ama deja de querer y esa es la cosa más fea que le puede pasar a dos personas que se besan, porque cuando uno ama se toma demasiado en serio aquellas cosas que unen una mano con otra mano y que enredan un pie con otro, y esos pies y esas manos no necesitan tomarse en serio nada y yo no necesito nada más que seguir queriéndote. Te quiero para que las cosas más ridículas y los momentos más simples tengan de qué vivir, para que el vivir sea simple todos los días y para que tú y yo vivamos queriéndonos ridículamente.   Te quiero porque amarte sería darte y pedirte todo a la vez, y al darnos y al entregarnos todo nos quedaría únicamente el recordar y entonces el futuro nos quedaría hueco y sombrío, y entonces esto del querer se volvería amor y yo no quiero amarte de ninguna forma si te quiero tanto como te quiero.  En fin, quiéreme, ¡pero quiéreme mucho! quiéreme como la muerte nos quiere, como se le quiere a los perros o a los caballos, quiéreme, y escríbeme